lunes, 13 de febrero de 2012

Decisiones de ahorro con graves consecuencias.

Piden sanciones a Zapotlán por contaminación de laguna     

ZAPOTLÁN EL GRANDE, JALISCO (03/FEB/2012).

La laguna de Zapotlán, que en 2011 fuera sede de las disciplinas de remo y canotaje en los Juegos Panamericanos, ha sido desatendida por el Ayuntamiento. Como consecuencia, 130 litros de agua sin tratar entran al cuerpo de agua cada segundo. Por ello, la Comisión Estatal del Agua (CEA) instó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a que tome cartas en el asunto y sancione al municipio.

César Coll Carabias, titular de la CEA, evidenció su molestia luego de que el Gobierno del Estado invirtiera una cifra superior a los 30 millones de pesos para arrancar el saneamiento del vaso lacustre, ya que los avances logrados poco a poco se pierden a razón de un “ahorro” que, dijo, pretende el presidente municipal Anselmo Ábrica Chávez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Mencionó que el primer edil, quien “decide qué se compra y qué no”, ha descontinuado la distribución de polímero en la laguna, lo que va en detrimento del control de lodos o desechos, y esto impide obtener agua transparente.

“Desconozco si (la Conagua) va a hacerle una inspección en fechas próximas (a la laguna), pero yo creo que sí se debería sancionar, porque si se está avanzando en la recuperación de un humedal como este, tan importante, este tipo de situaciones lo frena y lo echa para atrás por decisiones de un presidente municipal”.

Ayer, la CEA reveló que la última visita realizada a Zapotlán el Grande (antes Ciudad Guzmán) permitió constatar que la infraestructura de la planta de tratamiento de aguas residuales número 2, ubicada en la cabecera municipal, “está arrojando 130 litros por segundo de contaminantes que incluyen coliformes fecales, grasas, aceites, todo tipo de sólidos suspendidos totales y demanda bioquímica de oxígeno fuera de norma”.

Así, una vez concluidos los Juegos Panamericanos, el cuerpo de agua natural que se trató de restaurar recibe lo equivalente a “mil 123 pipas diarias de agua sucia”, lo que, a decir de la CEA, “da una poca expectativa a la conservación de especies acuáticas y del propio embalse, que se convirtió en fuente de supervivencia para decenas de personas dedicadas a la pesca, turismo, agricultura y artesanías. Irremediablemente ya se empiezan a resentir los estragos”.

Por Irene Martín Patón.

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